En el escenario actual de México, los préstamos personales son herramientas clave para muchas familias y profesionistas. Aprender a manejarlos adecuadamente puede significar la diferencia entre estabilidad y riesgo económico.
Los préstamos personales son créditos sin garantía real, ofrecidos por bancos, fintechs y otros intermediarios. Su característica principal es la flexibilidad de uso para necesidades diversas, desde emergencias médicas hasta proyectos de mejora del hogar.
Entre sus aplicaciones más frecuentes destacan:
El mercado de préstamos al consumo en México alcanzó un valor de USD 323,400 millones en 2024, incluyendo tarjetas de crédito, préstamos automotrices e hipotecarios. Este segmento muestra un crecimiento sostenido y se proyecta que llegue a USD 532,700 millones en 2033, con un CAGR de 5.2%.
A nivel global, los préstamos personales registraron un mercado de USD 387,370 millones en 2024, y se espera que superen USD 1,094,770 millones en 2032, impulsados por la digitalización y la expansión de modelos alternativos de financiamiento.
Las tasas de interés en México han mostrado una tendencia a la baja en los últimos años, favorecidas por la competencia de las fintechs. El promedio pasó de 20% en 2020 a 18% en 2023, llegando al 17.5% en 2024.
Las IFC tienden a ofrecer tasas más competitivas que la banca tradicional, lo cual es una oportunidad para quienes buscan costos más accesibles.
En febrero de 2024, el índice de morosidad (IMOR) de los créditos personales se ubicó en 4.9%, mientras que el índice ajustado (IMORA) llegó a 12.9%. Para julio de 2025, el saldo vencido en préstamos personales creció 23.4%, alcanzando 13,476 millones de pesos.
Si bien la morosidad en el crédito al consumo general cerró en 3.0% en 2024, el aumento de los impagos en préstamos personales es una señal de alerta. Es fundamental analizar las causas y fortalecer la cultura de pago oportuno.
Para julio de 2024, circulaban 35.5 millones de tarjetas de crédito en México, 2.5 millones más que el año anterior. El destino principal de estos plásticos es el consumo básico, especialmente en supermercados.
Una proporción significativa de quienes solicitan préstamos personales lo hacen para liquidar otras deudas costosas. Esto revela riesgos de sobreendeudamiento sin control familiar si no se vigila la capacidad de pago.
La Generación Millennial se ha convertido en el motor de este mercado, buscando soluciones digitales rápidas y flexibles.
Las plataformas digitales han revolucionado el acceso al crédito al simplificar y acelerar los procesos de aprobación. Con procesos de solicitud ágiles y digitales, reducen los requerimientos de papeleo y ofrecen respuestas en minutos.
Esta transformación obliga a la banca tradicional a ajustar sus modelos y a los usuarios a conocer nuevas alternativas financieras.
La importancia de la educación financiera es vital para evitar el sobreendeudamiento. Con una inclusión financiera en México del 76.5% en 2024, todavía existe brecha para que más personas accedan a herramientas que les permitan tomar decisiones informadas.
Organismos como la Condusef recomiendan calcular la capacidad de pago restando gastos fijos y ahorro proyectado de los ingresos mensuales antes de contratar un crédito.
Para 2025, se prevé que el mercado continúe su expansión, apoyado en:
No obstante, el principal desafío será contener el aumento de la morosidad. Si la originación del crédito se relaja sin criterios sólidos, crecerán los riesgos de morosidad y prácticas irresponsables que afecten la salud financiera familiar.
Para recuperar el control y garantizar una salud financiera sólida, considera las siguientes acciones:
Recuperar el control de tus finanzas personales se basa en el conocimiento, la planificación y la disciplina. Al aplicar estas recomendaciones, podrás aprovechar las oportunidades que brinda el mercado de préstamos y reforzar tu bienestar económico a largo plazo.
Referencias