Enfrentar la imposibilidad de pagar un préstamo puede generar preocupación y ansiedad. Sin embargo, es esencial conocer tus derechos y las herramientas a tu disposición para evitar consecuencias graves y encontrar soluciones viables.
Contrario a lo que muchos creen, no pagar un préstamo personal en España no constituye delito penal. Se trata de un proceso estrictamente civil, sin riesgo de penas de prisión ni antecedentes penales. No obstante, las entidades pueden iniciar procedimientos legales para reclamar la deuda.
El impago lleva aparejadas varias penalizaciones financieras y legales. A continuación, exploramos cada una de ellas:
Desde el primer impago, la entidad aplica intereses de demora, que según la sentencia del Tribunal Supremo 265/2015, nunca pueden superar en dos puntos porcentuales los remuneratorios originales en préstamos rápidos, para evitar cláusulas abusivas.
Tras el segundo o tercer impago, es habitual la reclamación judicial tras tres meses de impago. Si no se satisface la deuda tras requerimientos amistosos, el proceso puede culminar con el embargo de salario, cuentas bancarias, vehículo e incluso vivienda.
La inclusión en ficheros de morosos afecta negativamente tu historial crediticio y complica:
La prescripción de la deuda de un préstamo personal en España es de 5 años. Sin embargo, cada reclamación judicial o requerimiento interrumpe este plazo, lo que puede alargar indefinidamente la posibilidad de cobro por parte del acreedor.
Si dispones de un seguro de protección de pagos, revisa detenidamente las coberturas. Algunos seguros contemplan situaciones de desempleo, incapacidad temporal o permanente, cubriendo cuotas del préstamo y evitando el expediente de impago.
Más allá de ignorar el problema, existen vías para aliviar tu situación financiera:
Para evitar agravar tu situación:
Ignorar los requerimientos suele traducirse en embargo de bienes y cuentas bancarias, así como costes adicionales y deterioro de tu reputación financiera.
Actuar con rapidez y responsabilidad es clave para minimizar daños y recuperar estabilidad:
Con información, planificación y apoyo profesional, es posible hacer frente al impago de un préstamo y restablecer tu salud financiera. No estás solo: existen mecanismos legales y recursos para ayudarte a superar este reto.
Referencias