En 2025, el ecosistema emprendedor en España muestra un crecimiento sostenido que va más allá de la pasión por innovar: el acceso a financiación bancaria ha mejorado hasta el tercer trimestre, y las cifras hablan por sí solas. Desde el impulso de nuevos préstamos hasta el auge de la inversión en startups, hoy existe un abanico de opciones para que tu proyecto cobre vida.
El crecimiento de los nuevos préstamos para pymes en el primer trimestre de 2025 fue de 4,2% interanual real, el ritmo más bajo desde junio de 2023, aunque partiendo de bases históricamente altas. El volumen total de estos préstamos alcanzó 47.900 millones de euros (en valores de 2021), un reflejo de la confianza que aún despierta el tejido empresarial.
En el mismo periodo, BBVA concedió 49.115 millones de euros en nueva financiación a pymes, autónomos y empresas, un incremento del 17% respecto al año anterior, y captó un 15,3% más de nuevos clientes empresariales. A nivel de startups, el ecosistema español atrajo 2.355 millones de euros hasta octubre de 2025, superando el total invertido en 2024.
Dentro del capital levantado por startups en el primer semestre de 2025 (más de 2.000 millones de euros), hubo un aumento del 23% en importe, concentrándose en rondas más grandes, aunque con un menor número de operaciones. Estos datos reflejan una tendencia clara: las inversiones se concentran en proyectos con alto potencial de escalabilidad.
Los emprendedores disponen de múltiples vías de financiación, cada una adecuada a fases distintas de desarrollo:
La inversión en 2025 se concentra en tres áreas clave: software, travel & tourism y business & productivity. Los datos de las operaciones del primer semestre revelan:
En cuanto a la distribución geográfica, Barcelona lidera con el 33% de las rondas y el 47% del capital invertido (955 M€), seguida por Madrid (527 M€) y San Sebastián (261 M€). Esta concentración muestra el poder de los grandes hubs urbanos para atraer talento y recursos.
Superar el proceso de solicitud requiere preparación y estrategia. A continuación, algunas recomendaciones clave:
Aunque el acceso a financiación mejora, los tipos de interés se han estabilizado tras cuatro trimestres de descensos y los fondos muestran preferencia por proyectos en fases avanzadas. Esto plantea un reto para las startups en etapas iniciales, que dependen cada vez más del respaldo público y de incubadoras que ofrezcan capital semilla.
El Gobierno ha asumido 83.000 millones en deuda de las comunidades autónomas para aliviar la presión sobre el crédito privado, lo que reforzará el flujo de recursos hacia nuevas iniciativas. Además, la innovación y digitalización financiera abren camino a soluciones online, plataformas fintech y microcréditos temáticos que amplían el alcance de la financiación.
Estos cambios complementan un escenario en el que la actividad emprendedora encadena cuatro años de crecimiento, aunque ciertos indicadores empiezan a mostrar signos de estancamiento. La diversificación de mecanismos y la colaboración público-privada serán determinantes para sostener el impulso.
Para ilustrar el impacto real de esta inyección de capital, destacan ejemplos como Sesame HR, que captó un préstamo de crecimiento de 50 M€ en octubre de 2025. Multiverse Computing, TravelPerk y SliceBio se convirtieron en referentes tras liderar las rondas de capital más importantes del año.
Estos casos demuestran que, con una propuesta sólida y un ecosistema favorable, es posible convertir ideas disruptivas en empresas escalables y sostenibles.
En definitiva, poner en marcha una startup en 2025 requiere no solo una visión innovadora, sino también el aprovechamiento de las múltiples fuentes de financiación disponibles. Desde préstamos bancarios tradicionales hasta capital riesgo y microcréditos, cada emprendedor puede encontrar la fórmula adecuada para hacer realidad su idea y contribuir al dinamismo de la economía española.
Referencias