En un mundo cada vez más digitalizado, el sector financiero se enfrenta a retos sin precedentes. Los avances tecnológicos ofrecen enormes oportunidades, pero también exponen datos sensibles y activos económicos a los ciberdelincuentes.
Este artículo explora el panorama actual de la amenaza cibernética en finanzas, presenta cifras clave, identifica vectores de ataque y ofrece estrategias prácticas para proteger tus recursos.
Durante 2024, el sector financiero experimentó un aumento interanual del 25% en incidentes de intrusión. Los ciberataques a bancos han crecido un 91% en los últimos cuatro años, y el 65% de las entidades financieras reportó ataques en 2024.
Según el Informe de Delitos Financieros 2025 de Kroll, más del 71% de los ejecutivos prevé un incremento de estos riesgos el próximo año. Las empresas financieras sufren hasta 300 veces más ataques que otros sectores, un indicador de la magnitud del problema.
Los ciberdelincuentes despliegan tácticas sofisticadas para vulnerar sistemas financieros. A continuación, se muestra un resumen de las amenazas más frecuentes, basado en el informe ENISA Threat Landscape 2025:
El phishing lideró el fraude online total con un 43% de los incidentes en España (21.571 casos en 2024). Por su parte, el ransomware se ha modernizado con esquemas de triple extorsión y el malware bancario se oculta en aplicaciones móviles.
La Inteligencia Artificial (IA) se convirtió en una herramienta de doble filo. Los cibercriminales usan IA para generar campañas de phishing personalizadas y crear deepfakes que suplantan perfiles directivos.
Herramientas como FraudGPT y ElevenLabs facilitan ataques a gran escala. Sin embargo, solo el 20% de las empresas españolas confía en la eficacia de soluciones de ciberseguridad basadas en IA, frente al 37% global, lo que refleja una brecha en integración tecnológica.
El coste medio de una brecha de datos se situó en 4,5 millones de dólares en 2025. Las pérdidas globales anuales por ciberdelito podrían alcanzar los 10,5 billones de dólares en 2025 y 23 billones en 2027, incrementando un 175% respecto a años previos.
Fintechs y aseguradoras, altamente digitalizadas y dependientes de la nube, están particularmente expuestas. Una sola brecha puede dañar la reputación, provocar sanciones regulatorias y generar un impacto negativo en bolsa.
El error humano sigue siendo un vector crítico: el 95% de las brechas involucran fallos de personas. Los programas regulares de formación reducen el riesgo en un 70%, y una adecuada concienciación puede disminuir al 5% la probabilidad de clics en enlaces maliciosos.
La tercerización también introduce vulnerabilidades. El 100% de las grandes financieras europeas sufrieron brechas a través de proveedores en 2024. Solo el 59% de las empresas españolas cuenta con un modelo de gobernanza de ciberseguridad claramente definido.
Para blindar sistemas y datos financieros, se aconseja implementar:
La seguridad también depende de hábitos y tecnología básica. Para fortalecer tu defensa:
El ataque al banco Sepah en 2025 comprometió 42 millones de registros y provocó pérdidas millonarias en Bitcoin. En España, campañas masivas de phishing han afectado a usuarios de banca electrónica y plataformas de comercio online.
El 71% de las pymes españolas reconoce haber sufrido algún incidente, evidenciando la urgencia de reforzar la ciberseguridad en el tejido empresarial.
La IA y el machine learning serán el foco principal de las estrategias de defensa y ofensiva. La regulación, con la aplicación del Reglamento DORA y la supervisión europea, exigirá a las entidades financieras elevar sus estándares.
Las inversiones en ciberseguridad seguirán creciendo, pero la clave residirá en la integración efectiva de tecnologías y la mejora continua de la cultura de seguridad en todas las organizaciones.
La ciberseguridad financiera es un desafío constante que requiere un enfoque integral. Combinar tecnología avanzada, formación continua y buenas prácticas operativas es esencial para proteger tus datos y tus recursos económicos.
Adoptar medidas proactivas hoy te permitirá enfrentar con éxito las amenazas del mañana y garantizar la confianza de clientes, reguladores e inversores.
Referencias